Otoplastia – Cirugía de las Orejas

La operación de orejas, para corregir su forma, es una de las intervenciones clásicas de la estética facial. Es sencilla, apenas invasiva, no supone riesgos y aporta una gran tasa de satisfacción.

Las orejas separadas, u orejas de soplillo, son una fuente de complejo en los pacientes, desde edades tempranas. Esta cirugía  corrige cualquier defecto estético con tan solo unas mínimas incisiones en el cartílago de la parte trasera de la oreja.

¿Qué es la otoplastia?

La otoplastia es una operación quirúrgica cuyo objetivo es corregir los defectos estéticos de las orejas, por ejemplo, la separación o su excesivo tamaño.

La otoplastia se practica desde mucho tiempo atrás, por lo que las técnicas están consolidadas y perfeccionadas. Por eso, el paciente no experimenta apenas molestias al someterse a una operación de orejas: no necesita ingreso, se opera con anestesia local y sedación consciente y el posoperatorio resulta muy llevadero.

¿Cómo elegir cirujano para una otoplastia?

Al igual que en cualquier otra cirugía estética en la que nos estamos jugando la estética de nuestro rostro, debemos asegurarnos de que una clínica está correctamente equipada y que sus profesionales son de la máxima confianza.

El dr. Federico Rehberger apuesta por la innovación de vanguardia, acompañada siempre de la formación y la experiencia que precisa una otoplastia. En el quirófano se ve apoyado por profesionales de la talla de la anestesista Itziar Tranche, lo cual es una garantía para la seguridad de los pacientes.

Si la capacidad y la profesionalidad del cirujano y del anestesista no están lo suficientemente acreditadas, no deberíamos ponernos en sus manos. Las cirugías como la otoplastia, en la que vamos a cambiar la morfología de determinadas partes de nuestro rostro, suponen una responsabilidad que hay que delegar en los mejores.

¿Como es la primera visita de otoplastia?

Siempre que un paciente visita a un cirujano profesional, el primer encuentro ha de consistir en un intercambio de pareceres. El paciente expone qué resultado quiere conseguir y el cirujano, en virtud a un análisis preliminar, le explicará si es posible hacerlo (y si es recomendable).

En la clínica del dr. Federico Rehberger, existe la posibilidad de concertar esta primera visita por videoconferencia, para facilitar a los pacientes de cualquier punto geográfico el acceso al tratamiento.

Si existe sintonía entre paciente y cirujano, se establecerán nuevos encuentros en los que se hará frente a la planificación de la cirugía. Esto, para un resultado satisfactorio, resulta tan importante como la propia intervención.

Tipos de otoplastia

Las otoplastias más frecuente es la que modela el cartílago de la oreja para terminar con el efecto de orejas despagadas u orejas de soplillo. Pero también existen otras. Las más comunes son:

• La otoplastia que corrige la separación de las orejas.
• Otoplastia para corregir la “oreja de Stahl”, que se caracteriza por un cartílago demasiado fino y terminado en punta.
• La que corrige la criptotia, un repliegue del borde superior que oculta la oreja y la acerca a la cabeza.
• La que permite corregir la microtina, u orejas demasiado pequeñas, mediante implantes del propio cartílago del paciente, o sintéticos.
• Moldeado de lóbulos.

¿Cómo se realiza una otoplastia?

La técnica asociada a la mayoría d elas otoplastias (a excepción de las que buscan solucionar la microtia o el moldeado de lóbulos) consiste en el recorte y moldeado del cartílago. Los cirujanos aprovechan una cualidad del cartílago: su memoria, es decir, la tendencia del cartílago a regresar a su posición original.

A base de practicar las incisiones adecuadas y, posteriormente, de tensar más o menos las suturas,  el cartílago adopta la posición deseada.

Vamos a centrarnos en explicar la operación de orejas más común, que es la corrección de orejas de soplillo:

Diagnóstico y planificación, fundamental para una rinoplastia de éxito

El primer deber de un cirujano radica en conocer a la perfección la estructura anatómica de la oreja. Así podrá planear el abordaje para cada otoplastia.

La sedación es clave en una otoplastia

Evitar dolor y la ansiedad al paciente y conseguir que se perciba la cirugía como un proceso no agresivo es el objetivo último de una buena sedación.

En la clínica del doctor Federico Rehberger, nuestros médicos anestesistas son expertos en técnicas de sedación consciente que simplifican las intervenciones y permiten evitar el ingreso hospitalario y una reincorporación más rápida a su rutina. Además, la presencia de la doctora en quirófano aporta todas las garantías de seguridad para el paciente.

Incisiones y recorte del cartílago

Una vez anestesiado, el cirujano comenzará la intervención en sí. Toda la intervención se realiza por la parte posterior de la oreja, por lo que cualquier cicatriz queda oculta. De hecho, el aspecto que demanda más pericia de la operación consiste en saber aplicar la técnica correcta en la parte posterior de la oreja, sabiendo que el efecto ha de lucir en la parte visible.

El cirujano descubre la piel y practica unas incisiones en el cartílago para poder efectuar un modelado o un plegado que corrija la excesiva separación de las orejas con respecto a la cabeza.

Pero recordemos que el cartílago posee una memoria, de la cual ha de servirse el cirujano para rematar la operación. Eso lo logrará mediante la sutura.

Sutura del cartílago

La sutura en las incisiones del cartílago logrará mantener el pliegue en la posición deseada. A más tensión de la sutura, mayor será el efecto. Por tanto, ese ésta la parte más importante de la operación, pues el resultado final va a depender por entero de ella.

Comprobación de la simetría

Cuando el cirujano se da por satisfecho con el resultado de una oreja, tiene que replicar la intervención en la otra. Es evidente que ambas deben quedar totalmente simétricas.

Por eso es importante que el cirujano se tome todo el tiempo del mundo en operar, comprobar los resultados y, si es necesario, deshacer y rehacer, hasta que el aspecto de ambas orejas es el satisfactorio.

Si una intervención debe prolongarse más de lo esperado, a fin de perfeccionar el resultado, se hará.

¿Cómo prepararse para la intervención?

La sedación consciente que practica el dr. Federico Rehberger, con la colaboración de la anestesista Itziar Tanche, facilita que la única preparación que precisa el paciente es la de mantenerse en ayunas desde 8 horas antes de la intervención.

Las técnicas de sedación consciente en otoplastia

Gracias a las nuevas técnicas en el campo de la anestesia, como es la sedación consciente, se facilita la labor del cirujano y la reanimación del paciente, que percibirá el tratamiento como muy poco agresivo.

En cualquier caso, es importante verificar que los anestesistas que van a supervisar la intervención sean profesionales reconocidos y certificados. Y que manejen técnicas modernas que favorezcan un postoperatorio ágil y con el menor sufrimiento posible.

Los anestesiólogos que colaboran con el Dr. Federico Rehberger, garantizan la posibilidad de aplicar la anestesia que mejor se adecue a cada paciente, sin riesgos.

¿Cuánto dura la intervención de otoplastia?

Las otoplastias más sencillas suelen ocupar unos 45 minutos por cada oreja. Aunque, como decimos, el resultado debe primar por encima de la agilidad. Antes de dar por terminada la operación, el cirujano debe asegurase de que ambas orejas están simétricamente perfectas. Y, si no es así, tendrá que repetir las técnicas hasta que lo consiga.

Recuperación y recomendaciones postoperatorias

La sencillez de esta operación, y recurrir a técnicas anestésicas novedosas, implica que el paciente pueda recuperar sus rutinas en un período muy corto de tiempo.

Durante unos días, el paciente deberá llevar unas vendas que sujeten y protejan sus orejas. Asimismo, se le recomendará no dormir de lado, para no apoyar la oreja sobre la almohada, ni ejercer ninguna presión sobre sus orejas.

El paciente puede sentir dolor o picazón, que podrá controlar muy fácilmente mediante analgésicos.

Complicaciones o efectos secundarios

La otoplastia apenas deja posibilidad para complicaciones. Tan sólo sería reseñable el leve riesgo de infección o inflamación, siempre presente en una cirugía. Ambos tiene solución.

Las cicatrices quedan ocultas en la parte trasera de la oreja, por lo que resultan invisibles.

Por otra parte, las asimetrías, sobrecorrecciones u otros problemas consecuencia de una torpe ejecución, son reversibles.

Resultados

La tasa de satisfacción de la otoplastia es muy elevada. Como decimos, es una operación muy demandada, con una trayectoria que se cuenta ya en décadas. Por tanto, sus técnicas están ampliamente consolidadas.

En cualquier caso, al ser una cirugía mayor, no podemos confiarnos a manos inexpertas o que no gocen de nuestra total confianza.